Atención centrada en la persona: una nueva perspectiva de la salud

Resumen

La pregunta guía de este resumen es: ¿de qué se trata la práctica centrada en la persona? Esta terminología está cada vez más presente en las discusiones sobre la práctica de los profesionales de la salud, sin embargo, su definición y origen son difusos. Por lo tanto, el presente trabajo busca investigar epistemológica y ontológicamente el enfoque “centrado en la persona” y sus implicaciones para el futuro de la salud en el país apoyado por la Medicina del Estilo de Vida (MEV). La metodología seleccionada fue la investigación bibliográfica, en la que se seleccionaron artículos y libros de diferentes campos del conocimiento que comparten en su núcleo la concepción humanística vinculada a la atención centrada en la persona en el área de la salud. Comprender lo que significa “centrarse en la persona” es fundamental para trabajar en MEV, ya que los valores de MEV están enteramente alineados con este nuevo paradigma y conocer el concepto significa prestar atención al pilar de la conexión, pilar central para comprender el proceso terapéutico. relación entre el profesional sanitario y el paciente. La visión del mundo y de la persona de los enfoques centrados en la persona es un regreso a Hipócrates, a la medicina, la filosofía y la psicología como conocimientos inseparables. Si bien en psicología existe una historia documentada del principio del Enfoque Centrado en la Persona (PCA), un enfoque psicoterapéutico fundado por Carl Rogers, no es tarea fácil encontrar literatura que defina el principio de la Medicina Centrada en la Persona (PCM). y otras prácticas en salud centrada en la persona, como el Coaching centrado en la persona, el Método Clínico centrado en la persona, entre otras. Sin embargo, esta dificultad en la profundización epistemológica se remonta a una desconexión con las filosofías básicas de esta corriente de pensamiento que, en términos generales, puede denunciar un ruidoso diálogo entre medicina, fisioterapia, enfermería, etc. y las humanidades. Este desajuste entre áreas de conocimiento supone una pérdida importante para la atención sanitaria. Es necesario revisitar la importancia de filosofar como una tradición milenaria que habla de un ejercicio de búsqueda de la verdad, y que históricamente, fue precursora de la ciencia positivista que dictó el modelo biomédico vigente en los últimos siglos. La ACP surge de fuertes influencias del existencialismo (siglo XIX) y del humanismo, movimiento filosófico y literario de los siglos XIV y XV, por lo que cuando hablamos de humanización del cuidado desde una perspectiva humanista, hablamos de valoración de la persona. Para Rogers (1951), la compleja relación entre terapeuta y cliente (como se llama al paciente) es el principal factor curativo en psicoterapia: el paciente se convierte en cliente, y pasa de una posición pasiva a ser el principal agente de sí mismo. Esta perspectiva es compartida por MCP, que evoluciona semánticamente de “centrado en el paciente” a “centrado en la persona” (Balint, 1984). Para el Colegio Internacional de Medicina Centrada en la Persona, MCP deja de centrarse en la enfermedad para centrarse en la persona, un concepto tan querido por MEV. Aquí, el pilar de la conexión adquiere su dimensión holística, entendiendo que las relaciones deben ser valoradas en sus diferentes contextos, y el vínculo entre el profesional de la salud y la persona es fundamental para pensar una práctica humanizada. Vale la pena profundizar en las características centrales de la práctica centrada en la persona, que renuncia a la verticalidad en la relación y sugiere un mayor énfasis en la escucha activa, mayor empatía, comprensión y autenticidad en la relación terapéutica. Alejarse de la enfermedad para encontrar a la persona afectada por la enfermedad; lo cual está acorde con la visión holística del ser humano. En definitiva, la atención centrada en la persona reconoce a la persona como sujeto único, dotado de potencialidades y protagonista de su propia historia; En MEV, esta perspectiva también dialoga con la Psicología Positiva de Martin Seligman. Finalmente, este “nuevo” paradigma no necesariamente tiene precedentes, es una recuperación de valores que fueron centrales para el surgimiento de la medicina, pero que fueron olvidados ante la evolución del método científico cartesiano. La psicología ha demostrado que es posible explorar la relación terapéutica como una relación horizontal, amorosa y sobre todo humana. La atención centrada en la persona es atención centrada en el ser humano; Es la conexión con los demás lo que permite el cambio de comportamiento, y la conexión en sí misma es un factor protector y curativo: este es el viejo nuevo paradigma de salud que la Medicina del Estilo de Vida pretende rescatar.